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domingo, 12 de septiembre de 2010

Posibles caras de la nueva AN

Francisco Monaldi, experto en Economía Política y director del Centro Internacional de Energía y Ambiente, recrea dos escenarios posibles para este 26S:
Primer escenario.
PSUV. 112 parlamentarios (68% de la AN), puestos alcanzados con 53% de los votos.
La Unidad logra 50 diputados con 45% de apoyo.
El PPT, por su parte, tendría tres legisladores.

El segundo escenario, que Monaldi bautiza con la interrogante "¿Gana la oposición?"
El Psuv quedaría representado por 94 diputados con 47% de los votos
La Unidad por 67 con 50% de los votos.
El PPT con 4 diputados, con 3% de los votos.
Nélida Fernández Alfonzo
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En la noche del 26 de septiembre, cuando la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, se haga presente en todas las pantallas de los televisores de Venezuela para anunciar los resultados del proceso electoral, la expectativa girará en torno a quién obtuvo la mayoría de los diputados: si el polo oficialista mantuvo su poder o si la oposición logró los puestos suficientes para decolorar a la roja rojita.

Pero el asunto no es tan simple porque en estas elecciones es factible que dos más dos no sumen cuatro, de acuerdo con lo que explican expertos en materia electoral que han analizado bajo la técnica de escenarios las posibilidades de distribución de escaños en la próxima AN, tomando en cuenta los resultados de las comicios de 2007, de 2009, los sondeos recientes de opinión y las normas vigentes del sistema electoral venezolano.Para estos ejercicios se incluyeron las alianzas mayoritarias- Partido Socialista Unido, Partido Comunista de Venezuela; Mesa de Unidad Democrática; y al partido Patria para Todos. No se tomaron en cuenta los aspirantes no alineados a estas fuerzas.

Subida dura. Francisco Monaldi, experto en Economía Política y director del Centro Internacional de Energía y Ambiente, recrea dos escenarios posibles para este 26S: "El oficialismo gana ampliamente y obtiene supermayoría" o la oposición se alza con la mitad de los diputados.En el primer panorama que traza Monaldi, el triunfo del oficialismo se traduce en 112 parlamentarios (68% de la AN), puestos alcanzados con 53% de los votos. La Unidad logra 50 diputados con 45% de apoyo. El PPT, por su parte, tendría tres legisladores.El segundo escenario, que Monaldi bautiza con la interrogante "¿Gana la oposición?", el Psuv quedaría representado por 94 diputados, la Unidad por 67 y el PPT por 4, con 47%, 50% y 3% de los votos respectivamente. Esa posibilidad de que la oposición aun ganando el voto popular no obtenga mayoría en la AN la explica Monaldi: "La oposición pierde la mayoría de los curules aunque gane el voto popular porque hay una sobrerrepresentación de los estados más despoblados en los que domina el oficialismo", y agrega que la historia electoral de la nación en los últimos 12 años registra que el país rural tiende a inclinarse, considerablemente, a favor del chavismo con diferencias entre candidatos de hasta 40%."Ese problema se ve agravado porque está comprobado que históricamente la presencia de la oposición en las mesas de estas zonas apartadas y municipios rurales ha sido escasa y en algunos momentos hasta nula, por lo cual se deduce que en esos centros en los que no hay defensores de los votos la brecha se amplía y la situación se hace aún más crítica", dice el economista, quien subraya que, de cualquier forma, las encuestas pasadas y recientes efectuadas en esas entidades territoriales demuestran que los contrarios al oficialismo están muy lejos del chavismo "en términos preferenciales electorales".Édgar Gutiérrez, consultor político y director de Polity, ofrece un ejemplo esclarecedor, pues señala que mientras un candidato del circuito 3 de Distrito Capital necesita obtener 104 mil votos para ganar, un aspirante de la circunscripción 2 del estado Apure sólo requiere 31 mil para obtener la curul.Ambos consultores advierten a quienes piensan que esta es "otra trampa" en estas elecciones que esta situación no es nueva. También ocurría con la Constitución del 69, pero el desbalance se producía en la Cámara de Senadores y se afectaba a los grupos minoritarios.Esta desviación electoral se conoce en Ciencias Políticas como malapportionment. "La Constitución vigente, que eliminó la Cámara del Senado, lo hizo, según los registros de los diarios de debate de la antigua Asamblea Nacional Constituyente, para evitarle gastos innecesarios a la República y así disminuir la burocracia", explica Gutiérrez, quien reclama que tras ese cambio se obvió el "pequeño detalle" que radica en que era la Cámara alta la que representaba a las regiones en situación de paridad, mientras que la Cámara baja representa al pueblo.

¿Y mañana? Por su parte, el politólogo John Magdaleno se refiere a escenarios poselectorales. Basado en una metodología que le ha dado buenos resultados en esto de "predecir", dibuja lo que podría ocurrir después del 26S.

a) "Comunismo en cuotas", en el que se plantea la posibilidad de que el oficialismo logre entre 90 y 95 diputados y la oposición entre 70 y 75 representantes. Bajo ese cuadro, "el Gobierno interpreta cautelosamente los resultados y asume que no están maduras las condiciones para avanzar al ritmo que desearía la transición al socialismo".En ese primer escenario, Magdaleno plantea la posibilidad de que se convoquen elecciones a concejales y miembros de juntas parroquiales con el objeto de que se haga más grande la brecha entre el Gobierno y la oposición.El antichavismo podría de todas maneras interpretar los resultados como una victoria electoral y se consolidaría la Mesa de la Unidad. Los actores internacionales percibirían que los contrarios al Presidente avanzan.Entretanto, se producen desacuerdos en el oficialismo y se inicia la discusión de la Ley de Reordenamiento Territorial en la Asamblea Nacional.

b) Vene-Cuba. En este escenario, el oficialismo puede obtener de 110 a 112 legisladores y los contrarios entre 45 y 55. El Gobierno interpretaría los resultados "como un mandato para acelerar la transición hacia el socialismo".En ese orden, según el politólogo, continuarían las expropiaciones, incluida una parte de una importante empresa de alimentos, un banco, una aseguradora, una clínica y una organización privada asociada a las telecomunicaciones.Además, ese segundo panorama propuesto por el politólogo indica que volvería a triunfar el ala radical del oficialismo y se expande la influencia cubana. El Gobierno avanza con la aprobación de leyes y se consolida el paquete socialista.

¿Y entonces qué? Una de las diferencias fundamentales de este proceso electoral es la participación de los factores de oposición, lo cual, independientemente de los porcentajes que se obtengan, estarán de nuevo representados en el Legislativo. Mientras el oficialismo se plantea el reto de ganar los dos terceras partes de la AN (110 diputados), la oposición tiene el reto de lograr una presencia con peso suficiente para tomar parte en las decisiones cruciales y saltar la barrera del que sólo observa y denuncia. En caso de que ese sector logre de 40 a 50 diputados, poco podría incidir -al menos en las primeras de cambio- en la toma de decisiones.

Con 56 parlamentarios, ya podría tener voz en la designación de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia o de los rectores del Consejo Nacional Electoral, entre otras atribuciones, mientras que al alcanzar 67 puestos se convierte ya en una fuerza capaz de impedir la aprobación de una Ley Habilitante, porque rompería la barrera de la mayoría calificada.

Cuidado con las encuestas. Los estudios de opinión pública que se realizan a escala nacional no reflejan de forma fidedigna lo que puede ocurrir en esta elección realizada por circuitos, debido a las distorsiones descritas sobre cómo se distribuyen los escaños. Por esa razón, los expertos advierten que, si bien se puede pulsar la intención de voto por partido en el ámbito nacional, eso no significa necesariamente que los resultados de las elecciones se ajustarán, en términos de curules, al porcentaje de votos alcanzados.


TERCER SEGMENTO NO ALINEADOEl sector de los "ni-ni" o "no alineados" representa 40% de los electores aproximadamente.El politólogo John Magdaleno asegura que hasta los momentos no se ha interpretado correctamente la importancia de esa "mayoría" que, además, es muy difícil de interpretar. "No podemos conocer las verdaderas actitudes políticas de este grupo que tiene una baja disposición a movilizarse y mantiene unas opiniones intermedias, no extremas". Magdaleno subraya que esa "nueva categoría" surgió después de los sucesos de 2002 y decidió no identificarse con ninguno de los dos bandos.Esa gran masa de electores que no se reconoce en ninguno de los extremos ha influido además en la determinación de muchos jóvenes que aún no deciden inscribirse en el Registro Electoral Permanente (REP).Al parecer, según el experto, la oposición no ha podido llegarle a ese sector pues no cuenta con los recursos y tampoco con la estrategia que los pueda seducir. La mayoría de los no alineados se encontrarían en un constante ir y venir de un lado a otro, de acuerdo con las circunstancias políticas, económicas y sociales.Esas mentalidades "antipolarización" sentirían un verdadero rechazo hacia los líderes del chavismo y también a los de la oposición, quienes manejan discursos que sólo son entendidos por los simpatizantes de cada uno de los extremos.

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