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Redacción política
Diario La Verdad
La campaña electoral para las elecciones parlamentarias ha transcurrido, como dicta la jerga periodística, "calichosa". El tiempo de proselitismo establecido por el CNE se ha ido venciendo con talante enclenque en cuanto a noticias, discursos y figuras dignas de resaltar.
Quizá haya sido el poco plazo determinado por el Poder comicial... tal vez fueron las noticias de tragedias, como la muerte del ex gobernador Willian Lara, el ideólogo Gabriel García Ponce, el accidente aéreo de Conviasa, el extravío de tres peñeros con decenas de turistas en las aguas de Nuevas Esparta o la noticia afín del siniestro del helicóptero que los iba a rescatar. Probablemente haya influido la austeridad en que hoy día viven los partidos... pero la conclusión es que estamos atestiguando una campaña floja, flojita.
Las organizaciones políticas del país cifraron durante todo el año -e incluso desde el pasado- sus esperanzas y la de todos los venezolanos en los sufragios del 26 de septiembre. Ello generó una expectativa increíble sobre la renovación de la Asamblea Nacional y el poderío de esa nueva correlación de fuerzas para reestablecer o ratificar el orden político nacional. Sin duda, el efecto será tal, pero la víspera de los comicios ha evolucionado con una lentitud pasmosa, sin mayor novedad en la retórica de los candidatos ni sorpresas agradables para los votantes.
Cada candidato navega en el mar electoral apoyado en las fortalezas de siempre: una figura líder, como es el caso la revolución del presidente Chávez para los oficialistas o el gobernador Pablo Pérez para los detractores del régimen; un discurso reiterativo, con epítetos como "imperialismo", magnicidio y paramilitares para unos, mientras los contrarios esgrimen las fallas del Gobierno nacional como principal razón de voto; y estrategias de campaña de escaso impacto en la creciente madurez del venezolano de a pie.
Otro asunto es el recelo de los actores de la contienda en cuanto a la revelación de encuestas. Ni montescos ni capuletos de la política venezolana pretenden soltar prenda sobre los numeritos de cada circuito. Nadie quiere revelar cuáles son las cifras reales de intención de voto temiendo que ello pueda influir en el voto real de los indecisos.
Las encuestadoras parecen zarigueyas en madrigueras cuando un periodista se aproxima a consultarles sobre los sondeos más recientes en "X" o "Y" circunscripción. Los representantes de cada empresa dedicada a medir el pulso del electorado apenas si entregan sus estudios a quienes se los encargaron. Para rematar, el Poder Electoral se niega a participar activamente en la educación del elector. No se han visto campañas pedagógicas por parte del CNE para orientar al votante, que aún desconoce cómo sufragar por sus candidatos de preferencia.
En fin, la campaña se ha quedado pequeña para la expectativa que estas elecciones despertaron durante meses. A pesar de los obstáculos o carencias de la campaña en sí, el pueblo venezolano se ha preparado anímicamente para participar en masa, quebrando récords de números de votantes. Una campaña enlodada por estándares poco atractivos no parece tener la espesez necesaria como para frenar a todo un pueblo que viene con el empuje de meses de motivación.
Lugares comunes
La campaña para las elecciones legislativas a girado en torno al presidente Hugo Chávez. Ángel o demonio. Cara o cruz. Pero siempre el factor definidor de discursos, estrategias y un largo etcétera ha sido el mandatario nacional.
Redacción política
Diario La Verdad
La campaña electoral para las elecciones parlamentarias ha transcurrido, como dicta la jerga periodística, "calichosa". El tiempo de proselitismo establecido por el CNE se ha ido venciendo con talante enclenque en cuanto a noticias, discursos y figuras dignas de resaltar.
Quizá haya sido el poco plazo determinado por el Poder comicial... tal vez fueron las noticias de tragedias, como la muerte del ex gobernador Willian Lara, el ideólogo Gabriel García Ponce, el accidente aéreo de Conviasa, el extravío de tres peñeros con decenas de turistas en las aguas de Nuevas Esparta o la noticia afín del siniestro del helicóptero que los iba a rescatar. Probablemente haya influido la austeridad en que hoy día viven los partidos... pero la conclusión es que estamos atestiguando una campaña floja, flojita.
Las organizaciones políticas del país cifraron durante todo el año -e incluso desde el pasado- sus esperanzas y la de todos los venezolanos en los sufragios del 26 de septiembre. Ello generó una expectativa increíble sobre la renovación de la Asamblea Nacional y el poderío de esa nueva correlación de fuerzas para reestablecer o ratificar el orden político nacional. Sin duda, el efecto será tal, pero la víspera de los comicios ha evolucionado con una lentitud pasmosa, sin mayor novedad en la retórica de los candidatos ni sorpresas agradables para los votantes.
Cada candidato navega en el mar electoral apoyado en las fortalezas de siempre: una figura líder, como es el caso la revolución del presidente Chávez para los oficialistas o el gobernador Pablo Pérez para los detractores del régimen; un discurso reiterativo, con epítetos como "imperialismo", magnicidio y paramilitares para unos, mientras los contrarios esgrimen las fallas del Gobierno nacional como principal razón de voto; y estrategias de campaña de escaso impacto en la creciente madurez del venezolano de a pie.
Otro asunto es el recelo de los actores de la contienda en cuanto a la revelación de encuestas. Ni montescos ni capuletos de la política venezolana pretenden soltar prenda sobre los numeritos de cada circuito. Nadie quiere revelar cuáles son las cifras reales de intención de voto temiendo que ello pueda influir en el voto real de los indecisos.
Las encuestadoras parecen zarigueyas en madrigueras cuando un periodista se aproxima a consultarles sobre los sondeos más recientes en "X" o "Y" circunscripción. Los representantes de cada empresa dedicada a medir el pulso del electorado apenas si entregan sus estudios a quienes se los encargaron. Para rematar, el Poder Electoral se niega a participar activamente en la educación del elector. No se han visto campañas pedagógicas por parte del CNE para orientar al votante, que aún desconoce cómo sufragar por sus candidatos de preferencia.
En fin, la campaña se ha quedado pequeña para la expectativa que estas elecciones despertaron durante meses. A pesar de los obstáculos o carencias de la campaña en sí, el pueblo venezolano se ha preparado anímicamente para participar en masa, quebrando récords de números de votantes. Una campaña enlodada por estándares poco atractivos no parece tener la espesez necesaria como para frenar a todo un pueblo que viene con el empuje de meses de motivación.
Lugares comunes
La campaña para las elecciones legislativas a girado en torno al presidente Hugo Chávez. Ángel o demonio. Cara o cruz. Pero siempre el factor definidor de discursos, estrategias y un largo etcétera ha sido el mandatario nacional.
La frase polémica
No queremos eliminar el JEL, sino transferirlo a los consejos comunales
La declaración pertenece al alcalde de San Francisco, Omar Prieto. El funcionario acusó a Un Nuevo Tiempo de filtrar la lista de beneficiados, cuestión que a su juicio harían de mejor manera los consejos dependientes del Gobierno nacional. Vale la pena recordar que el tema de la exclusión salpica generalmente a esos consejos.
La cita de la semana
No podemos pasar toda la vida diciendo que el problema de la vivienda es heredado
La frase es de la autoría del presidente Hugo Chávez. La lanzó en cadena nacional de radio y televisión el pasado miércoles durante un consejo de ministros. Fue un reconocimiento de que 11 años han sido más que suficientes para solventar un problema nacional que se ha hecho eterno.
No podemos pasar toda la vida diciendo que el problema de la vivienda es heredado
La frase es de la autoría del presidente Hugo Chávez. La lanzó en cadena nacional de radio y televisión el pasado miércoles durante un consejo de ministros. Fue un reconocimiento de que 11 años han sido más que suficientes para solventar un problema nacional que se ha hecho eterno.
La declaración infeliz
La presidenta de este Poder Electoral no le teme a los payasos
Tibisay Lucena, presidenta del CNE, respondió así a las amenazas de un supuesto grupo opositor que le advirtió sobre la posibilidad de un fraude electoral el 26-S. No sólo perdió el temperamento la jefa del poder comicial ante un mamotreto de comunicado firmado por un total desconocido de la web, sino que además hizo alarde del estilo discursivo de la estrella mítica de la NBA, Michael Jordan, al referirse a ella misma en tercera persona.
La presidenta de este Poder Electoral no le teme a los payasos
Tibisay Lucena, presidenta del CNE, respondió así a las amenazas de un supuesto grupo opositor que le advirtió sobre la posibilidad de un fraude electoral el 26-S. No sólo perdió el temperamento la jefa del poder comicial ante un mamotreto de comunicado firmado por un total desconocido de la web, sino que además hizo alarde del estilo discursivo de la estrella mítica de la NBA, Michael Jordan, al referirse a ella misma en tercera persona.
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